Encontrar un hobby puede ser una terapia natural para desconectar del estrés diario. La pintura y el dibujo, por ejemplo, permiten expresar emociones mientras desarrollas nuevas habilidades. La jardinería, por su parte, fomenta la paciencia y la conexión con la naturaleza. Para quienes disfrutan crear con sus manos, el tejido o la cerámica son actividades relajantes y satisfactorias. Escribir un diario o incluso cuentos cortos también ayuda a procesar pensamientos y mejorar la creatividad. Invertir tiempo en un hobby no solo reduce el estrés, sino que también nutre el alma y te da una sensación de logro.
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